miércoles, 8 de febrero de 2012

OVEJA BLANCA DE LA PEÑA

Hace ya unos años, unos pocos locos, empezamos a decir que en los pueblos cántabros de Beges y Tresviso existía una variedad o raza de oveja, que aunque posiblemente emparentada con la lacha y la carranzana, se había adaptado maravillosamente a la alta montaña y a las constantes nieblas.  Posiblemente esta oveja, según hemos recogido en varios testimonios estaría distribuida por toda Liébana, Peñarrubia y Lamason.



 El tamaño de la Ubre, es muy recogido, lo que le permite andar con facilidad por áreas con profusión de tojos y escajos, así como de agudas peñas calizas




Los ganaderos de Beges, decidieron apostar por esta raza, al ver constantemente como al traer marones lachos y carranzanos de gran tamaño, estos fracasaban o menguaban sus desarrollos mientras las ovejas de toda la vida seguían hacia adelante.

Un trabajo genético encargado por el gobierno cántabro separa claramente la raza de las ovejas lachas y carranzanas. El que quiera buscarlo puede encontrarlo, a través de cualquier buscador mediante el título Parámetros Genéticos de las poblaciones ovinas de la Comunidad Autónoma de Cantabria.

Estas ovejas son eumétricas, de proporciones sublonguilíneas, perfil subconvexo. Es curioso que es una oveja que en la parte superior presenta lana, mientras en la parte inferior de la garganta y todo el vientre presenta pelo, que tira en el verano. Sus ubres son muy pequeñas, aunque son buenas productoras dentro de las razas de alta montaña . Todos los ejemplares, machos y hembras, presentan cuernos, y una alta proporción 60 % presenta una línea negra en el cuerno

Oveja Blanca de la Peña  que ha tirado el pelo en todas las áreas ventrales

Sus números de animales puros son ridículos, unos 200 ejemplares y es necesario la adopción de medidas urgentes que aseguren su conservación.


Se pastorea con mastines, por la alta presión de los lobos en la zona del Parque Nacional de los Picos de Europa. Existe un cuento muy famoso de un mastín blanco: el palomo, que perseguía y luchaba contra los lobos. Curiosamente, al día de hoy, los ganaderos de la zona prefieren los mastines blancos, debido a esta leyenda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario